Proteger las maquinas recreativas es uno de los mayores retos de los propietarios de los bares durante el mes de agosto. No en vano, durante los meses de verano se dan numerosos asaltos a recreativas debido a que son muchos más los clientes que van a los bares y que no dudan en probar fortuna, aumentando así la recaudación de las máquinas. Es el momento perfecto para que los ladrones hagan una visita con no muy buenas intenciones. Para impedir esto, es necesario prestar atención a los cierres del local y evitar dar facilidades a los cacos.

Medidas de seguridad en el bar

Por medio de una serie de útiles consejos se puede solucionar este delicado problema, que afecta a numerosos hosteleros. Pero puede ser también que estas medidas no sean suficientes y que sea necesario instalar un sistema de alarma adecuado para la protección de las máquinas recreativas. En primer lugar, será completamente necesario apostar por un sistema de seguridad que impida, o que al menos entorpezca, el acceso de terceras personas al local. Eso sí, lo más importante será utilizar un modelo específico a través de armarios y protecciones que tengan como objetivo blindar estas máquinas. Con especial atención a las de tipo B, las máquinas con premio, que son el objetivo principal de los amantes de lo ajeno.

Poner las cosas más difíciles  

La primera norma de actuación que se debe asegurar es retirar todo el dinero en metálico que esté depositado en estas máquinas. Al cerrar el bar, no quedará más remedio que trasladarl al domicilio particular o llevarlo directamente al banco. Así se evitarán problemas durante las ausencias. Otra solución pasa por abrir el cajetín de las máquinas y que sea visible para que los indeseados visitantes vean que no hay nada. Será una medida de gran eficacia en estos escenarios.